El retrato fotográfico es un género donde se reúnen una serie de iniciativas artísticas que giran en torno a la idea de mostrar las cualidades físicas/morales de las personas que aparecen en las imágenes fotográficas. Analizar los elementos de los que disponemos en la escena y repartirlos de la mejor forma para tratar de resaltar a nuestro retratado será esencial para conseguir una fotografía sorprendente.
Captura la esencia de las personas con el retrato fotográfico
Es esencial destacar el rol importante que juega el retrato en las nuevas sociedades; la afirmación de sí mismo pasa por el reconocimiento de las imágenes, mientras que por otra parte está la ubicación de aquellos que no forman parte de la buena sociedad.
El retrato funciona como carta de presentación y recomendación para el retratado. Los retratos son el tipo de fotografía más frecuente entre los fotógrafos profesionales y los aficionados. Eminentemente en blanco y negro, sus retratos rebosan autenticidad.
Conseguir un buen retrato fotográfico es considerablemente más difícil de lo que de entrada pueda parecer. Un buen retrato debe transmitir el estado de ánimo del sujeto en el instante del disparo y para esto es importante observar a quien se pretende retratar.
El retrato no por ser el tipo de fotografía más extendida resulta la más simple, ni mucho menos. En caso contrario con la actualidad, la fotografía resultante no era más que una representación gráfica de un humano.
Lograr retratos excelentes es algo al alcance de pocos puesto que el proceso es bastante complejo de lo que en apariencia es en un principio. Examinar los elementos de los que disponemos en la escena y distribuirlos de la mejor manera para intentar destacar a nuestro retratado va a ser esencial para lograr una fotografía impactante, además de que trabajar con personas en estas circunstancias requiere un tacto y una sensibilidad especial.
“La fotografía es como una cuchilla que secciona para la eternidad el instante que la ha deslumbrado” Henri Cartier-Bresson